La incorporación de las TIC en la educación ha abierto grandes posibilidades para
mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Sin embargo, no es suficiente
con dotar a las escuelas de computadoras; tabletas y demás aparatos. Hace falta abordar, al mismo tiempo,
un cambio en la organización de las escuelas y en las competencias digitales de
los profesores.
Somos llamados la sociedad de la información y del aprendizaje, pero, ¿Entendemos la importancia y el alcance que las nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) tienen en nuestra realidad? ¿Qué tanto nos esforzamos por aprender e informarnos en la actualidad? ¿Sabemos organizar y seleccionar de manera adecuada tanta información que nos bombardea a diario?
Las TIC son la palanca principal de transformaciones
sin precedentes en el mundo contemporáneo.
Es universalmente reconocido también que las TIC son responsables
de aumentos en productividad, anteriormente inimaginables, en los más variados sectores de
la actividad empresarial, y de manera destacada en las economías del conocimiento y de la innovación.
Respecto a los comportamientos personales, las nuevas tecnologías vienen revolucionando
además las percepciones del tiempo y del espacio; a su vez, Internet se revela intensamente social,
desencadenando así un choque en el modo como las personas interactúan entre sí a una escala
mundial.
Según Carlota Pérez (2002), la humanidad se encuentra actualmente en el “punto de viraje” de
una transformación tecnológica sin precedentes. Al período de instalación de las TIC que tuvo
lugar en los últimos treinta años, puede seguir
un tiempo de implementación y de florecimiento del pleno potencial del nuevo paradigma
triunfante. En el análisis de la investigadora, el período intermedio en que nos encontramos –el
“viraje”– estaría marcado por inestabilidad, incertidumbre, fin de “burbujas especulativas” y recomposición
institucional*.
Es así como tanto el docente como el alumno ya no se esfuerzan demasiado por adquirir información y conocimientos que se encuentran al alcance de un "click". No es la problemática el encontrar la información que ya ha sido descubierta y expuesta, el verdadero reto para las generaciones actuales es: Cómo construir los aprendizajes y cómo lograr que esos aprendizajes sean confiables (ya no digamos infalibles). lo que realmente necesitamos aprender es a seleccionar la información, criticar, distinguir, investigar y desarrollar esos conocimientos de la vida práctica.
En México aún tenemos mucho que trabajar en materia de equidad, al momento de fomentar e incluir a toda la sociedad que tiene derecho a la educación dentro de los programas que implementan el uso de las TIC dentro y fuera del aula dejamos mucho que desear. El gobierno, no sólo debe pensar en la incorporación de las computadoras y de las tabletas para los docentes y alumnos, es menester que se imparta la capacitación a los docentes y una inclusión del entorno familiar que se sume a los nuevos retos, para que el alumno sea más capaz y tenga mejor apoyo dentro y fuera del ámbito escolar.
Dejaremos de lado el hecho que hay cientos de comunidades que tienen los aparatos tecnológicos pero no así el resto de herramientas (internet, capacitación, señal de red, etc).
*Pérez, C. (2002), Technological revolutions and financial capital: the dynamics of bubbles and golden
ages, Cheltenham, Edward Elgar.
